Elegida Mejor Sommelier Argentina en 2010 y 2014, y Mejor Sommelier de las Américas en 2015, Paz Levinson sigue consolidando un prestigio que hoy la ubica entre las voces más influyentes del mundo del vino. Radicada en París, donde formó su familia, se desempeña como Sommelier Ejecutiva Global del Groupe PIC, con restaurantes en Francia, Suiza, Reino Unido, Singapur, Hong Kong y Dubái.

Los primeros pasos
Su historia comenzó lejos de los reflectores. “Al principio fue el servicio: ser un buen camarero. Ese fue mi primer contacto real con el vino, en un restaurante que funcionaba como escuela gastronómica”, recuerda. Allí descubrió un universo infinito: “El vino es dinámico, atraviesa la historia, la geografía, la viticultura, la vinificación… tantas áreas de interés que me atraparon. Nunca dejamos de aprender”.
Ese espíritu de aprendizaje marcó el tono de su carrera. La exigencia inicial, asegura, fue también su mejor escuela: “Tuve la suerte de empezar en un restaurante donde la enseñanza era parte de la cultura. Si uno tenía curiosidad, las puertas estaban abiertas. Fue exigente, sí, pero muy formativo”.
Argentina Reloaded: un puente con el mundo
Instalada en París, Levinson buscó desde el comienzo no perder el vínculo con el vino argentino. Así nació Argentina Reloaded, un proyecto que se convirtió en puente entre productores locales y las mesas internacionales. “Mi miedo era alejarme, y no quería eso. Entonces empecé a generar instancias para trabajar con nuestros vinos en el exterior, no solo en restaurantes argentinos, sino también en maridajes con cocinas del mundo. Francia no es un mercado fácil, pero este proyecto me permitió abrir puertas”.
Para ella, el desafío es claro: sacar al vino argentino del corset folclórico. “Muchas veces los eventos se limitaban a servir empanadas o comida típica argentina. Eso está bien, pero puede ser un arma de doble filo. No quiero que los franceses tomen Malbec solo en un restaurante argentino. Un Malbec puede maridar perfecto con una pechuga de pato en un bistró francés. Tenemos variedad de estilos y regiones para mostrar, y debemos aprovecharlo”.
El potencial de la pcia. de Buenos Aires
En ese camino de diversificación, Levinson mira con entusiasmo la provincia de Buenos Aires. “Era el eslabón que faltaba: vinos con frescura natural, cercanos al mar, con identidad propia. El consumidor francés busca acidez y vinos menos marcados por la madera; en ese sentido, proyectos como Trapiche Costa & Pampa tienen mucho potencial en Europa”, sostiene.

Además, Buenos Aires suma un diferencial estratégico: su cercanía con la gran ciudad. “La proximidad con la Ciudad de Buenos Aires es clave para el turismo, para la logística y para que los jóvenes se acerquen a la cultura del vino en la costa. Es una oportunidad enorme”.

Una misión personal
Radicada en el corazón de Europa, Paz Levinson se propuso que el vino argentino no sea visto como un producto exótico, sino como un actor natural en las cartas internacionales. Su frase resume ese objetivo con claridad:
“Mi misión es que no haya que ir a un restaurante argentino para tomar vino argentino”.

Por Marcelo Chocarro