Las medidas incluyen la ampliación del sistema de impuestos escalonados según el contenido alcohólico, así como un ajuste de los aranceles vinculado a la inflación. Según la Wine & Spirit Trade Association (WSTA), estos cambios impactarán directamente en los consumidores.
El impuesto sobre una botella de vino tinto con 14,5 % de alcohol aumentará un 20 %, lo que supone un incremento de 54 peniques, mientras que una botella de 13,5 % verá un aumento del 12 %. En contraste, los vinos de menor graduación, como los de 11,5 %, experimentarán una reducción de aproximadamente el 5 %.
“A partir de este mes se suma otro golpe fiscal con la implementación de tasas adicionales para el reciclaje de envases.”

Además del aumento en los aranceles, se espera que en abril entren en vigor nuevas tasas relacionadas con el reciclaje de envases bajo el sistema de Responsabilidad Ampliada del Productor. Esta combinación de impuestos podría encarecer aún más el precio final de algunas botellas.
La complejidad del sistema.
Empresarios del sector han alertado de que deberán conocer con precisión el grado alcohólico de cada vino para calcular su precio final. Algunos minoristas han comenzado a avisar a sus clientes sobre los cambios, ofreciendo la posibilidad de comprar o liberar botellas almacenadas antes de la entrada en vigor de las nuevas tarifas.
Del otro lado del mostrador, argumentan que este tipo de resoluciones, fomentará el consumo de bebidas con menor graduación alcohólica.