Recientemente, mientras regresaba a casa, la brisa me azotó la cara y estaba deseando llegar a la cálida sala de estar. Fue en ese mismo momento cuando tuve la idea perfecta: un vino tinto fuerte, expresivo y a la vez sencillo, como contrapeso al frío invernal. ¿Qué podría ser mejor que el Malbec argentino?
Así que ¡vamos a la bodega! Elegí tres Malbec completamente diferentes para probar y comparar. Una vez más quedó claro por qué este vino es tan valorado no sólo en este país, sino en todo el mundo. Añade un buen trozo de carne y el disfrute es perfecto.
Loco Malbec 2022
Empecemos con la Loco 2022 de Dieter Meier. El Malbec con certificación orgánica es el más frutal del trío: mora, ciruela negra y un toque de frambuesa resaltan de la copa. Los taninos suaves y bien integrados aseguran una sensación en boca redonda, mientras que la acidez equilibra perfectamente el 14,5% de alcohol. Un Malbec sencillo, fácil de beber y que no daña el bolsillo. Ideal también para quienes nunca han bebido un Malbec en su copa. Cuesta alrededor de 15 francos por botella.
bodega Colomé El Arenal Malbec 2020
El Arenal 2020 de Bodega Colomé –también bodega argentina en manos suizas– va un paso más allá. ¿El especial? Aquí las vides crecen a 2600 metros sobre el nivel del mar, donde las noches frescas mantienen viva la acidez. El resultado es un Malbec potente pero extremadamente elegante, con una finura sofisticada. Mientras que el Loco es más suelto, el El Arenal es más denso y concentrado. Disponible por unos 60 francos la botella.
Achaval-Ferrer Finca Altamira Malbec 2018
Este exitoso Malbec de una de las bodegas más reconocidas de Argentina se encuentra al comienzo de su larga fase de maduración. Ricas ciruelas oscuras, tabaco, frutos secos y distintivos aromas a madera crean un Malbec potente, complejo y de enorme resistencia. Para los amantes de la elegancia delicada, quizás un poco demasiado voluminosa; para todos los demás, artesanía vitivinícola argentina del más alto nivel. Esta rareza cuesta 90 francos la botella.
Por Nicolás Greinacher. Escribe sobre vino desde hace más de 15 años. Obtuvo con honores el exigente diploma de nivel 4 en vinos de la WSET School London y evalúa vinos franceses del Valle del Ródano y del Jura para la publicación especializada estadounidense «Vinous».