En la consulta de Montse Prados, endocrinóloga especializada en el tratamiento de personas con obesidad y autora de La medicina que necesitas eres tú, aún entran muchas mujeres con la idea preconcebida de que para controlar la acumulación de grasa y la inflamación tienen que comer ensaladas o judías verdes a diario. «Hay que salir de la rutina y dejar atrás la idea de que cambiar de dieta es aburrido porque no tiene futuro. No sirve de nada cambiar la alimentación de forma estricta durante un mes y luego volver a los hábitos que teníamos antes. Es mejor hacer cambios poco a poco para que sean duraderos», explica la doctora.
Comer lo que nos guste y no ultraprocesados
Durante una entrevista con la experta nos damos cuenta de la realidad que nos rodea. Pese a que se ha repetido hasta la saciedad que no debemos consumir tantos ultraprocesados y que, si lo hacemos, lo mejor es que sea en ocasiones contadas, seguimos recurriendo en exceso a estos platos. «Lo más importante para iniciar un proceso antiinflamatorio es dejar de comer lo que nos hace daño: los ultraprocesados», señala sin ápice de duda Montse Prados.
Lo más beneficioso para nuestro organismo, tal como dice la endocrinóloga y ha respaldado la ciencia en numerosas ocasiones, es un plan alimenticio basado en vegetales. «Nos beneficia más una alimentación rica en frutos secos, sin sal y con legumbres varias veces a la semana. Frutas, al menos 3 piezas al día, verduras«. Todo eso es lo que más nos ayuda a combatir la inflamación, porque esos alimentos, de forma natural, incluyen sustancias antioxidantes.
Se trata de recomendaciones generales que luego tenemos la tarea de trasladar a nuestra individualidad. Hay muchos platos y alimentos que han centralizado la fama de antiinflamatorios y, aún siéndolo, pueden no ser tu mejor opción. «Hay que centrarnos en lo que la mujer no quiere y qué es lo que más le gusta. Si a ti no te gusta la ensalada, no comas más ensaladas», señala Montse Prados, que nos invita a preguntarnos qué vegetales nos gusta más para acudir a ellos en lugar de a los ultraprocesados, los verdaderos enemigos de nuestro bienestar a nivel nutricional.
Alimentos para reducir la grasa y la inflamación
Tal como han demostrado diversos estudios científicos, atacar todos los frentes a la vez puede causar el efecto contrario al deseado. Así, si queremos adoptar rutinas beneficiosas para nuestra salud no debemos ocuparnos de todas a la vez, sino empezar poco a poco. Empezar por un punto va a desencadenar más cambios que, poco a poco, nos van a permitir encontrarnos mejor. «A las mujeres siempre les digo que el hecho de ir ganando mayor energía y vitalidad, hará que tengan más ganas de continuar. No tienen que centrarse únicamente en el peso, sino en cómo se sienten», señala Montse Prados.
Una técnica que utiliza mucho con sus pacientes la endocrinóloga es empezar a trabajar el desayuno. «Insisto mucho en el desayuno porque parece que es obligatorio tomar productos dulces. Y por mucho que estén hechos en casa o en una panadería de confianza, mejor si los podemos evitar. Comer salado y vegetal nos va a ayudar mucho más en un proceso antiinflamatorio», señala Montse Prados. Y añade: «Muchas veces el pan blanco es un pan refinado que no tiene fibra, y se puede considerar incluso ultraprocesado por las cantidades de de aditivos que lleva».
Lo que recomienda la doctora es añadir más verduras y frutas a nuestra primera comida del día o, incluso, a media mañana. «A media mañana o a media tarde, mejor si nos comemos una zanahoria con humus. Sería algo para picar muy saludable. O si tomamos tomate con aguacate, por ejemplo«, aconseja Montse Prados insistiendo en la variedad que nos puede dar la respuesta a lo que más se adapta a nuestros gustos. «Yo creo que esas pequeñas cosas que hacemos a lo largo del día en el desayuno y a media mañana, como tomar lácteos con fruta (otro ejemplo) sería una buena manera de añadir un poco de antiinflamación a nuestros hábitos», sentencia.

En el resto de nuestra alimentación, cuando nos atrevamos a seguir el plan de cambio de hábitos con el resto de comidas que hacemos al día, será importante que nos acostumbremos a hacer cuatro comidas ricas con legumbres y semillas a la semana, intentando dejar un poco de lado el producto animal, especialmente la carne. «El pescado rico en omega 3, también se ha demostrado que nos puede ayudar a combatir la inflamación. Sería el pescado azul pequeñito, sobre todo para que tenga menos mercurio, como sardinas y boquerones. Aunque lo más importante es que nos acostumbremos a comer producto vegetal muchas más veces al día».
Por: LAURA RODRIGÁÑEZ. Redactora web en Revista TELVA