En vinotecas, restaurantes y supermercados uruguayos, las etiquetas argentinas ya no son una opción más: son protagonistas. Y entre todas, una se lleva el primer puesto con contundencia. Se trata de Álamos, el Malbec argentino que lidera el ranking de vinos más vendidos en Uruguay y se consolida como la etiqueta número uno del país vecino. En cadenas clave como Tienda Inglesa, Lavigne y otras, Álamos Malbec se comercializa a un precio aproximado de 580 pesos uruguayos, es decir, unos 14,50 dólares.
Según datos de consumo y ventas, Álamos, elaborado por Bodega Catena Zapata, encabeza el listado de vinos importados, superando incluso a marcas locales. Su éxito no es casual: combina una excelente relación precio-calidad con el prestigio de una de las bodegas más reconocidas de Argentina. El corte que triunfa es el clásico Malbec, aunque también tienen buena recepción sus versiones blend.
Pero no está solo. Luigi Bosca, Saint Félicien, Finca La Linda y la propia Catena Zapata figuran entre las etiquetas argentinas más presentes en los principales puntos de venta de Uruguay. Especialmente en Punta del Este —la gran vidriera del vino rioplatense—, estas marcas se destacan en las cartas de los restaurantes de alta gama, en cavas boutique y en degustaciones frente al mar.

Aunque Uruguay representa apenas un pequeño porcentaje del total exportado por Argentina, su valor estratégico es enorme. No solo por su cercanía y estabilidad como mercado, sino por el perfil del consumidor: exigente, informado y dispuesto a pagar por calidad.
En tiempos en los que el tipo de cambio juega a favor del producto argentino, el vino cruza el río y pisa fuerte. Pero más allá de la coyuntura económica, lo que consolida este fenómeno es el gusto uruguayo por los tintos con carácter y taninos redondos. Y allí, el Malbec argentino —con Álamos a la cabeza— lleva la delantera.
Por Marcelo Chocarro