Alba Abiega, exdirectiva de Tesla en Europa, cambia los autos eléctricos por el vino. Con el proyecto “Alba en Ribera”, busca aplicar la visión y el rigor organizativo adquiridos en el sector tecnológico para dar vida a una bodega en Olmedillo de Roa (Burgos).
Su presente huele a tierra, uvas y cambio de vida. Tras años de aeropuertos, reuniones y pantallas, Abiega (Logroño, 40 años) decidió cerrar una etapa profesional marcada por la alta exigencia corporativa para volver a España y recuperar las raíces de su familia, viticultores en la Ribera del Duero desde hace décadas. “Necesitaba bajar revoluciones y salir del ruido en el que había vivido los últimos años”, confiesa.
De Ámsterdam a Burgos: un giro vital
Hasta finales de 2024, Abiega gestionaba desde Ámsterdam el negocio europeo de vehículos de segunda mano de Tesla. Antes, había ocupado puestos de responsabilidad en Reino Unido y Alemania, donde aprendió a liderar equipos, lanzar proyectos y desarrollar marcas. Ese recorrido, asegura, le dio la confianza para dar el salto. “He lanzado productos para otros y deseaba lanzar mi propio negocio. Tenía la necesidad de salir de las pantallas y de volver al campo”.
El viñedo que hoy impulsa el proyecto familiar fue adquirido por su padre, Enrique Abiega, un vasco que apostó en su momento por 18 hectáreas en Olmedillo de Roa. Ahora, Alba se propone transformar esas uvas en vinos con identidad propia y visión contemporánea.

Juan Manuel Serrano Arce
Del vértigo corporativo al “silencio del emprendedor”
El cambio no ha sido menor: de dirigir un equipo de 25 personas en una de las empresas más disruptivas del mundo a enfrentarse a la incertidumbre de un emprendimiento vitivinícola. “Vengo de un entorno con miles de correos y mensajes diarios, donde siempre pasaba algo. Ahora es una hoja en blanco. Es lo que yo llamo el silencio del emprendedor”, explica.
La decisión implicó renunciar a un salario seguro para apostar por un sueño. “Es inevitable preguntarse: ¿y si sale mal? Pero también es la oportunidad de construir algo propio, con otra velocidad y otro sentido”.
Una bodega con sello propio
El proyecto Alba en Ribera debutará este mes de septiembre con el vino “Desde Zero”, un tempranillo de taninos suaves y carácter frutal que busca desmitificar el consumo del vino. Saldrán al mercado entre 30.000 y 35.000 botellas, a un precio de 12,95 euros. En los próximos años llegarán nuevas etiquetas: en 2026 un vino con más estructura, y en 2027 un vino de autor con mayor crianza.
La bodega, certificada como ecológica, trabaja con viñedos en altura, clones poco productivos y uva tinta fina de grano pequeño. La crianza se realiza en barricas de roble francés nuevas y seminuevas, de mil euros cada una, y se acompaña con una apuesta por la imagen y la comunicación. “El vino que está bueno es el que te gusta. Queremos sacarlo del terreno exclusivo de los entendidos”, resume Abiega.
Un legado familiar con mirada contemporánea
Aunque reconoce que el camino hacia la rentabilidad será largo, Abiega se muestra convencida de que su aporte al sector será distinto: “Espero traer frescura y una visión contemporánea. Lo que aprendí en Tesla es que se valora la acción y no se castiga el fallo. Esa cultura me dio impulso emprendedor”.
Con la experiencia de la alta dirección tecnológica y el arraigo familiar en la Ribera del Duero, Alba Abiega se propone que cada botella de su bodega sea mucho más que vino: sea también el relato de un cambio de vida.
Por equipo Saber Salir



