Emocionado, Pablo Rivero abrió su discurso con un agradecimiento que resume su historia: “A mi familia, mis amigos y al barrio y los vecinos que siempre me apoyaron.” Ese círculo íntimo —el que acompañó su trabajo desde los primeros pasos— fue el primer destinatario de un homenaje que trascendió lo personal.
Este 10 de diciembre, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires lo declaró Personalidad Destacada en el Ámbito de la Cultura, un reconocimiento que llega en el momento en que su labor al frente de Don Julio Parrilla y El Preferido de Palermo ya forma parte del paisaje cultural porteño tanto como sus platos.
La ceremonia se realizó en el Salón Dorado, con la presencia del diputado y autor del proyecto, Dr. Sergio Siciliano, y referentes del sector como los chefs Guido Tassi, Gabriel Oggero y la periodista María De Michelis, quienes destacaron el impacto de Rivero en la gastronomía, el turismo y la sostenibilidad.

La transformación de una tradición
Rivero no creó Don Julio: lo transformó. Heredó la parrilla de su familia y la llevó a un nivel de excelencia que colocó a la Argentina en el mapa gastronómico global. Bajo su liderazgo, Don Julio pasó de ser un clásico de barrio a convertirse en un ícono internacional.
Los premios lo confirman: Mejor Restaurante de América Latina según Latin America’s 50 Best Restaurants 2024, 10° puesto en The World’s 50 Best Restaurants 2025, tres veces Mejor Restaurante de Carnes del Mundo, además de conservar una estrella Michelin y una estrella verde, esta última reservada para proyectos con un enfoque sostenible.

Un proyecto cultural, no solo gastronómico
“Me siento muy honrado de recibir este homenaje… nadie crece solo”, expresó Rivero durante su discurso.
Su visión parte de una premisa simple y profunda: valorar el pasado, darle significado en el presente y proyectarlo hacia el futuro.
Esa filosofía se traduce en una cadena de valor íntegra: la carne de pastura —Aberdeen Angus y Hereford— se trabaja desde el origen hasta la cocción final.
“Lo genuino y lo natural es el nuevo lujo”, explica. “Cada corte tiene un proceso de maduración propio, pensado para potenciar ternura y sabor sin alterar la esencia del animal”.
En cocina, esa precisión se complementa con el talento y la investigación permanente de Guido Tassi, socio culinario del proyecto.

Sostenibilidad, comunidad y vino: una visión ampliada
El trabajo de Rivero no se entiende sin su vínculo con la naturaleza argentina. Su propuesta se sostiene en el respeto por las estaciones, la trazabilidad y el uso integral del animal. De allí surgen iniciativas como:
- la huerta comunitaria, a pocos metros del restaurante,
- y el proyecto de ganadería regenerativa, orientado a reducir el impacto ambiental.
El vino es otro eje fundamental: Rivero, sommelier de formación, curó personalmente una cava con más de 14.000 etiquetas exclusivamente argentinas. El servicio, liderado por Valeria Mesones, fue reconocido con el Art of Hospitality Award en 2018.
El Preferido: identidad porteña renovada
El Preferido de Palermo —rescatado y modernizado por Rivero sin perder su alma de bodegón— se consolidó como un homenaje contemporáneo a la cocina porteña. Hoy ocupa el puesto 31 en Latin America’s 50 Best Restaurants, confirmando que el proyecto creció sin perder autenticidad.
Un reconocimiento que confirma un camino
La distinción legislativa no es un punto final, sino la constatación de un recorrido. Pablo Rivero convirtió dos restaurantes emblemáticos en proyectos culturales, comunitarios y sostenibles que representan a Buenos Aires ante el mundo.
Su nombre ya no solo está ligado a la mejor carne argentina: es sinónimo de identidad, memoria, territorio y futuro.

Por Marcelo Chocarro



