
En un fallo argumentado por la jueza Teresa Day y compartido con los magistrados Pedro Llorente y Omar Palermo, se puso fin a una larga disputa familiar por la división de bienes de la familia Zuccardi. Se trata de una de las grandes dinastías de la provincia de Mendoza y la pelea involucra a José Zuccardi y su hermana María Cristina Zuccardi, exdiputada nacional y exfuncionaria durante el gobierno de José Octavio Bordón. En concreto, la Suprema Corte condenó a José Zuccardi a pagar a su hermana la suma de US$12 millones, más intereses. En sus argumentos, la jueza profundiza en cuestiones de género que incidieron en la repartición de bienes en perjuicio de las hermanas mujeres y beneficio del hermano varón.
«Al analizar con detenimiento los actos celebrados y las situaciones acaecidas en el devenir de esta historia familiar, advierto la presencia de marcados estereotipos de género en las decisiones adoptadas por el causante respecto a sus bienes, los cuales resulta necesario poner en evidencia en pos del derecho a la igualdad que reclama la recurrente», esgrime la jueza María Teresa Day en referencia al trato desigual que recibieron los hermanos en el adelanto de herencia que hizo su padre en el año 1992 y luego al repartir la herencia tras su fallecimiento en 2014.

«La notoria afectación de la legítima amerita idéntica solución sea el perjudicado un heredero varón o mujer. La legítima no distingue de sexos ni géneros. Es un derecho de todo heredero forzoso que debe ser respetado y protegido si se advierte su conculcación», remarca la magistrada con la adhesión de Pedro Llorente y Omar Palermo.
En resumen, el valor de las empresas y los bienes hereditarios se calculaba en US$ 119.5 millones y por diferentes operaciones que también fueron denunciadas por la demandante, se determinó que María Cristina Zuccardi recibió US$ 7.8 millones, igual que su otra hermana. Mientras tanto, el varón percibió bienes por un total de US$94.7 millones.
«Reitero, tal como lo ponen de manifiesto las pericias conforme los valores de los bienes a la fecha de la muerte del causante, la actora recibió U$S 7.868.143,62 en tanto su hermano recibió U$S 94.767.461,86. Los números hablan por sí solos. La desproporción es notoria y excesiva. Ninguna otra fundamentación resulta necesaria de sólo constatar las diferencias que surgen de los valores en juego. La porción legítima de la actora ha sido significativamente vulnerada, por lo que no encuentro razón alguna para rechazar su reclamo», advierte la jueza y advierte que la enorme diferencia responde a estereotipos de género de otra época.
Por: Mariano Bustos. MDZ



