El sector enfrenta cambios en el consumo, competencia del cannabis y desafíos económicos. La innovación y la sostenibilidad se posicionan como claves para el futuro.
La industria vitivinícola atraviesa una profunda transformación a nivel global, impulsada por la sostenibilidad y las nuevas tendencias de consumo. En 2025, el desafío será adaptarse a una demanda que prioriza opciones más saludables, naturales y con menor contenido alcohólico.
Según expertos del sector, esta adaptación supera incluso las preocupaciones por los costos de producción y la inflación mundial. Pero un nuevo factor ha irrumpido en el mercado: el consumo de cannabis como alternativa recreativa, que amenaza especialmente a la industria del vino en mercados como Estados Unidos.
El impacto del cannabis en el consumo de vino
La CEO de Wines of Argentina, en diálogo con Ámbito, destacó que la legalización del cannabis ha cambiado los hábitos de consumo. “En Nueva York, los retailers especializados en vino están desapareciendo y siendo reemplazados por negocios dedicados al cannabis”, señaló.
Distintos estudios confirman que el aumento del consumo de cannabis afecta negativamente al mercado de bebidas alcohólicas. Según el Observatorio Vitivinícola Argentino, más del 70% de los consumidores considera que la marihuana es más saludable que el alcohol. Un estudio de IWSR en EE.UU. reveló que el consumo de vino per cápita es significativamente menor en los estados donde la marihuana está legalizada.
“El cannabis no reemplazará el vino en la mesa, pero sí en ocasiones de relajación o sociales”, concluye el informe. Elementos como vaporizadores y chocolates infundidos con marihuana están desplazando la tradicional copa de vino después de un día laboral o en reuniones con amigos.
Los desafíos de la industria del vino para 2025
Un informe del Instituto del Vino y las Bebidas de la Universidad de Geisenheim, elaborado para la organización alemana ProWein, identificó los principales retos del sector.
La encuesta, realizada en 2024 a más de 1.300 expertos de 30 países, concluye que la industria enfrenta una encrucijada: adaptarse a los cambios en el comportamiento del consumidor o perder competitividad. La directora del Instituto, Simone Loose, enfatizó que “la innovación en productos y estrategias de comunicación será clave para mantener la relevancia del vino frente a otras bebidas”.
El estudio destaca dos desafíos principales: la crisis económica y la caída en el consumo de vino debido a la preferencia por bebidas alternativas. En países como EE.UU., Austria, Portugal y Alemania, el descenso en la demanda de vino ha sido especialmente pronunciado.
Otro factor preocupante es el agotamiento del fenómeno de la premiumización. Durante dos décadas, la tendencia a consumir vinos de mayor calidad permitió sostener el valor comercial pese a la caída en los volúmenes de venta. Sin embargo, la mitad de los expertos encuestados considera que los precios actuales de los vinos superpremium son insostenibles.
Hacia un nuevo consumidor
La industria debe desarrollar estrategias para atraer a generaciones más jóvenes, quienes serán los futuros consumidores de vinos premium. Según el informe, establecer vínculos entre los productos de alta calidad y la sostenibilidad, así como integrar experiencias únicas, será fundamental para el crecimiento del sector.
En 2024 se evidenció un cambio en las preferencias: los consumidores optaron por vinos ligeros, espumantes, blancos y rosados, mientras que los tintos perdieron terreno. Se espera que esta tendencia continúe en los próximos años, con un crecimiento notable en la demanda de vinos con bajo contenido alcohólico o sin alcohol, especialmente en Países Bajos, Alemania y Austria.
El informe de ProWein también alerta sobre el endurecimiento de las políticas regulatorias respecto al alcohol. En la última encuesta, el 43% de los expertos identificó las nuevas regulaciones como un desafío clave, particularmente en Bélgica, Reino Unido, Austria y Portugal.
Para enfrentar estos retos, la industria deberá coordinar esfuerzos, mejorar la comunicación y diversificar su oferta. La adaptación a las nuevas demandas de los consumidores será la clave para la sostenibilidad y el crecimiento del sector vitivinícola en un mercado en constante evolución.
FUENTE: AMBITO.COM
