El gobierno de España ha emitido paquetes de ayuda mientras el sector agrícola del país, incluida su industria vinícola, se recupera de los daños causados por el diluvio.
Los productores de vino españoles todavía están evaluando los daños causados por las inundaciones que azotaron partes del país el mes pasado.
El fenómeno meteorológico, conocido como “Dana” (Depresión Aislada en Niveles Altos), azotó el este y sureste del país, provocando lluvias torrenciales, granizo y vientos huracanados, además de desbordar barrancos y ríos. Más de 200 personas murieron.
Agroseguro, la asociación española de aseguradoras agrarias, aún está evaluando los daños. Calcula que se vieron afectadas unas 25.500 hectáreas de distintas superficies cultivadas.
La provincia de Valencia sufrió las peores consecuencias climáticas. Según la asociación local Vinos de Valencia, campos enteros “desaparecieron bajo el agua”, y el suelo se erosionó hasta el punto de que algunos productores están sopesando si replantar la próxima temporada.
“En las comarcas del interior, la fuerza del agua arrancó miles de viñas y otros cultivos que venían de sufrir uno de los años hidrológicos más secos de la historia, lo que había provocado la muerte de plantaciones por falta de agua”, denuncia la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), que representa al sector agrario en Valencia.
La AVA-ASAJA no dispone de una estimación concreta para el sector vitivinícola, pero calcula que los daños en infraestructuras y maquinaria ascenderán a unos 1.100 millones de euros (1.150 millones de dólares) para el sector agrario valenciano. Según sus informes, se han visto afectadas unas 33.728 hectáreas.
Por Paula Krizanovic