La lasaña, uno de los platos más amados y representativos de la gastronomía italiana, tiene sus raíces en la región de Emilia-Romaña. Este suculento plato, famoso por sus capas de pasta al huevo, ragú de carne y suave salsa bechamel, es una verdadera prueba de fuego incluso para los cocineros más experimentados. Aunque su preparación puede ser laboriosa, su sabor bien vale el esfuerzo, y con cada bocado se saborea un poco de historia.
- Origen de la Lasaña: De Roma a la Emilia-Romaña
El origen de la lasaña puede rastrearse hasta la antigua Roma, donde se preparaba un plato conocido como “lasanum”. A diferencia de la versión actual, la “lasanum” romana consistía en tiras de pasta blanda, rellenas con queso y verduras. Se sabe que esta variante temprana de lasaña era una de las comidas favoritas del célebre orador Cicerón, quien, ya en edad avanzada, la disfrutaba debido a su textura tierna y fácil de masticar.
La evolución de este plato acompañó el desarrollo de las técnicas de cocina italianas y la llegada de nuevos ingredientes, como el tomate, que se popularizó en la península tras su introducción desde América durante el Renacimiento.
- Bolonia: “La Docta” y “La Grassa”
Bolonia, capital de Emilia-Romaña, no solo es reconocida por su histórica universidad, la más antigua de Europa, que le ha valido el apodo de “La Docta”, sino también por su profunda tradición gastronómica. La región es conocida como “La Grassa” o “La Gorda”, apodo que refleja la pasión por el buen comer y la riqueza de sus platos. Este amor por la cocina se nutre de las fértiles llanuras de la Emilia, ideales para el cultivo de trigo de alta calidad, así como la abundancia de huevos y ganado, ingredientes clave para la elaboración de la lasaña.
El plato evolucionó hasta adoptar su versión más clásica y apreciada en Bolonia: la lasaña “alla bolognese”. Preparada con un ragú de carne, bechamel y gratinada con parmesano, esta lasaña es un emblema de la región y una joya del recetario italiano. Su receta puede parecer sencilla, pero el secreto está en la paciencia y el tiempo dedicados al ragú, que se cocina lentamente para concentrar los sabores.
- La Lasaña en los Libros de Cocina
La primera receta documentada de lasaña que sugiere el uso de tomates aparece en “Il Principe dei Cuochi”, publicado en Nápoles en 1881. Esta obra marca un momento clave en la evolución de la lasaña, ya que incorpora el tomate, ingrediente que hoy consideramos esencial en muchas recetas italianas, pero que en aquella época aún era relativamente nuevo en Europa.
Curiosamente, la lasaña no aparece en “La scienza in cucina e l’arte di mangiar bene” (La ciencia en la cocina y el arte de comer bien), el célebre libro de recetas de Pellegrino Artusi, considerado uno de los padres de la gastronomía italiana. Artusi, nacido en Forlimpopoli, también en la región de Romagna, publicó su obra en 1891 y se enfocó en consolidar los platos italianos en una época en la que aún no existía una noción de cocina italiana unificada. Sin embargo, la ausencia de la lasaña en su obra no impidió que el plato siga su camino hacia la fama.
- Lasaña Hoy: Un Placer que Trasciende Fronteras
Desde su versión clásica de Bolonia hasta las muchas variantes regionales e internacionales que han surgido con el tiempo, la lasaña es un plato que trascendió fronteras y se gana un lugar especial en las mesas de todo el mundo. Con cada capa, se cuentan siglos de historia y tradiciones de una Italia que celebra el buen comer, la familia y el sabor de la vida.



