El sándwich es un comodín que te saca de más de un apuro, aunque por lo general, los criollos raramente salen de la opción de jamón, queso y tomate. A lo sumo, el sándwich de milanesa, pero si buscás salir de lo tradicional en la materia, esta nota es para vos.
Los sándwiches de pan de molde son muy funcionales para transportar en un bolso. Una buena opción es hacerlo con pollo, un ingrediente muy versátil, que se lleva muy bien con el huevo picado y la lechuga; eso sí, antes de armarlo dale un ligero tueste al pan para que no se apelmace, ponele un poco de mayonesa y listo.
Si te sobró una porción de carne asada, o un pedazo de peceto o colita al horno, la podés filetear bien fina para usarla en el emparedado. La mejor compañía para la carne fría son unas figacitas tiernas y unas rodajas de tomate. Como aderezo podés armar una rica salsa criolla que le va a dar más pungencia al conjunto.
Si sos un aprendiz de sibarita, no descartes llevar un baguettín con queso Brie. Sí, cortás la baguette por la mitad y le ponés unas cuñas de queso Brie. Le podés agregar un buen colchón de rúcula y si te la jugás, algo de cebolla caramelizada, para darle dulzor.
En caso de que te gusten los sándwiches contundentes, comprá en una rotisería una generosa porción de lewerburst y untala en pan integral. Agregale rodajas de pepino y aderezalo con una mostaza dulce. No es algo que les guste a todos pero nadie te va a acusar de no ser original.
Finalmente, un buen comodín es la lata de atún de la alacena. Hay pocos productos piolas para salir de un apuro, y el atún es uno de ellos. Podés usar pan de molde, figaza o ciabata. Lo importante es que en un bowl pises el atún con perejil, cebolla morada, pimiento colorado y lechuga, todos estos ingredientes picados. Y si pudieras ponerle unas gotas de salsa inglesa, tanto mejor.
Por: Luis Lahitte