Tras un ambicioso proyecto de restauración, el histórico Palacio Basavilbaso, propiedad del Club Sirio Libanés, reabre sus puertas al público con una propuesta que fusiona su diseño arquitectónico clásico con un estilo moderno y funcional. Este emblemático edificio fue construido en 1923 por famoso arquitecto Alejandro Virasoro, y situado en una de las zonas más representativas de la ciudad, ahora alberga tres espacios distintivos: un café, un restaurante de alta cocina y un salón de eventos, con el objeto de ofrecer una experiencia integral tanto a porteños como a turistas.

La iniciativa de restauración, liderada por la empresa “Gastronomía y Entretenimiento SRL”, cofundada por el chef y emprendedor Santiago Chittaro Villar, no solo devolvió el esplendor al edificio, sino que también lo dotó de infraestructura de vanguardia. “Se respetaron los detalles originales de la estructura mientras se integraron instalaciones tecnológicas modernas”, comentan los responsables del proyecto, quienes ven en esta obra un compromiso con la preservación del patrimonio cultural porteño.
Para Chittaro Villar, conocido por su extensa trayectoria en el ámbito gastronómico, este es un proyecto que combina sus pasiones y su visión empresarial. Desde sus inicios en 2007 en el restaurante Azul Profundo hasta el éxito actual con marcas como Dumpling Pong y Yatai Yatoi, su experiencia lo posiciona como un referente para dar vida al Palacio.

Un centro cultural, gastronómico y social renovado
El Palacio Basavilbaso busca convertirse en un referente cultural y social, con espacios diseñados para responder a diversas necesidades. Su restaurante de alta cocina promete elevar los estándares culinarios de la ciudad, mientras que el salón de eventos se perfila como un punto clave para reuniones de alto nivel. Todo esto complementado por un café, casa de té y patisserie, que invita a hacer una pausa dentro de un entorno singular.
La inversión destinada a esta restauración no solo significó un esfuerzo financiero significativo, sino también un compromiso por parte de los socios de Gastronomía y Entretenimiento SRL con la puesta en valor de la cultura local. “Queremos que este espacio sea un punto de encuentro para quienes valoran la buena comida, la historia y la belleza del patrimonio porteño”, asegura Chittaro Villar.

Además, contará con bar cuya esencia sea recrear el “glam” de los años 20, y un rooftop con un gazebo, estatuas de época, flores y plantas.
Con su reapertura, pensada para marzo de 2025, el Palacio Basavilbaso no solo celebra su legado histórico, sino que también se proyecta como un ícono de vanguardia en Buenos Aires. Este proyecto marca un nuevo capítulo para esta joya arquitectónica, que promete ser mucho más que un destino gastronómico.
Por: Luis Lahitte