En el corazón de Recoleta, Porte nació del encuentro entre Facundo Berti (cocina) y Ezequiel Cunzolo (barra), dos referentes que decidieron crear un espacio íntimo y cercano donde la gastronomía se vive como experiencia. La propuesta se sostiene en cuatro pilares: quesos, coctelería clásica y de autor, cocina de bistró y una curada selección de vinos por la sommelier Flor Alvarez.
El mapa de los quesos argentinos
La carta de quesos es uno de los ejes diferenciales. Recorre distintos estilos, regiones y tipos de leche para poner en valor a productores artesanales y locales, un “lujo silencioso” que gana protagonismo en el mercado. Porte invita a explorar quesos en diferentes maduraciones y acompañados de guarniciones diseñadas para potenciar cada sabor. Además, la carta incluye versiones calientes como tartiflette, raclette y el wellington de queso.

Bistró de temporada
El menú se completa con charcutería de alta gama y platos de bistró marcados por la estacionalidad: cordero, pato, pesca fresca y pastas que cambian según la inspiración de la cocina y el producto disponible.


La coctelería del Tano
En la barra, Cunzolo propone una carta en dos capítulos: clásicos que definieron la coctelería del último siglo y creaciones de autor con una vuelta de tuerca innovadora. Los cócteles sin alcohol también tienen un lugar destacado. La selección de etiquetas revela una dedicación minuciosa: desde single malts hasta una colección de jereces, perfectos aliados para los quesos. Como lema, el guiño pop: “May the cocktail be with you”.

Vinos que acompañan
La carta de vinos de Porte no busca amplitud sino sentido: apenas veinte etiquetas que acompañan y realzan la experiencia. Allí conviven proyectos disruptivos como Primer Horizonte, Ver Sacrum o Kindgard, junto a nombres de tradición como Weinert. Son vinos pensados no para brillar en solitario, sino para acompañar conversaciones, mesas y momentos.
Porte Bar funciona en Azcuénaga 1268, de martes a sábado de 18hs a 1:30 a.m
Por el equipo de Saber Salir



