En 2025, el mundo del vino está experimentando transformaciones significativas impulsadas por cambios en los hábitos de consumo, la innovación tecnológica y la creciente conciencia ambiental. Le presentamos algunas de las principales tendencias que están moldeando la industria vitivinícola este año:
🍇 1. Auge de los vinos naturales y de baja intervención
Los consumidores buscan autenticidad y sostenibilidad, lo que ha llevado al crecimiento de los vinos naturales y de baja intervención. Estos vinos se elaboran con prácticas mínimas enológicas, sin aditivos ni pesticidas, reflejando el terroir de manera más pura. Bodegas como Krontiras, Ernesto Catena Vineyards, Chakana, todas ellas en Mendoza son ejemplos destacados de esta tendencia.

🍷 2. Expansión de los vinos sin alcohol o de baja graduación
La demanda de opciones más saludables ha impulsado la popularidad de los vinos con bajo o nulo contenido alcohólico. Por ejemplo, en el encuentro de productores austríacos en Junio en bodega Gamboa en Buenos Aires, será una oportunidad para probar varias opciones de vinos sin alcohol.

🌍 3. Adaptación al cambio climático
El cambio climático está afectando la viticultura, obligando a las bodegas a adaptarse. Es el caso de Familia Torres, una bodega emblemática de Cataluña, ha advertido que podría verse obligada a abandonar sus viñedos tradicionales en las próximas décadas debido al aumento de temperaturas y la escasez de agua. Para mitigar estos efectos, están implementando sistemas de riego eficientes y trasladando cultivos a zonas más altas.

📦 4. Innovaciones en packaging y sostenibilidad
La sostenibilidad también se refleja en el envasado. Se observa una tendencia hacia botellas más ligeras y el uso de envases alternativos como latas y botellas de plástico reciclado. Estas prácticas buscan reducir la huella de carbono y atraer a consumidores conscientes del medio ambiente.

5. Enoturismo experiencial
El enoturismo se está transformando, ofreciendo experiencias más personalizadas y exclusivas. Las bodegas están creando propuestas que incluyen catas privadas, cenas gourmet y actividades inmersivas, elevando la experiencia del visitante y posicionando al vino como un producto de lujo. El surgimiento de los denominados viñedos urbanos, podemos disfrutarlos en plena ciudad. Paris, Florencia, Buenos Aires, son buenos ejemplos de viñedos ubicados en plena ciudad.

🍇 🌍 6. Diversificación de variedades y regiones emergentes
Los consumidores están explorando variedades de uva menos conocidas y regiones vitivinícolas emergentes. Esto ha llevado a un interés creciente en vinos de países como Grecia, Austria y Argentina, y en variedades autóctonas que ofrecen perfiles de sabor únicos.

7. Digitalización y conexión con nuevos consumidores
La digitalización es clave para atraer a las nuevas generaciones. Las bodegas están adoptando tecnologías como la inteligencia artificial y la automatización para mejorar la producción y comercialización. Además, se están enfocando en estrategias de marketing digital para conectar con consumidores más jóvenes y tecnológicamente orientados.
Estas tendencias reflejan una industria vitivinícola en evolución, que busca adaptarse a las nuevas demandas del mercado y a los desafíos ambientales. Para los amantes del vino, especialmente en regiones como Mendoza, Salta y Buenos Aires, estas transformaciones ofrecen oportunidades para descubrir nuevas experiencias y sabores.
