Con un camino recorrido y desafíos alcanzados, Gustavo lidera en la actualidad el trabajo en viticultura y enología de la bodega.
A pesar de ser muy joven, cuenta con una interesante experiencia habiendo trabajado en Napa Valley y Nueva Zelanda. En 2019, fue elegido como “El joven enólogo argentino del año” por Vinomanos, la publicación de vinos más relevante de Argentina.

¿Gustavo, que representa para vos Quimera?
Para mi Quimera representa el sueño de lo inalcanzable. Desde hace 11 años que trabajo en la empresa. Cada fin de vendimia y cada ejercicio de mezclar los mejores componentes que tenemos para formar este único blend significa el estado de concentración y de poner todos nuestros sentidos y nuestras formas para poder lograr que un vino pueda trascender en el tiempo y que un vino pueda expresar desde cada lugar lo mejor de lo mejor como fue esa criatura llamada «Quimera»
¿Que tiene de especial esta edición limitada de Quimera Vitreo?
Sin duda Quimera Vítreo 2020 tiene por muchos motivos, principalmente porque el año 2020 fue uno de los años más cálidos en Mendoza desde el 99 y eso representó para nosotros una expresión de los vinos de una manera única que no estábamos tan acostumbrados a sentirla. Y segundo porque se decidió utilizar la Finca Mirador como parte de la desestructura del Quimera 2020 y poder expresar desde Quimera y desde Finca Mirador toda la potencia del Este de Mendoza, toda la jugosidad y toda esa expresión tánica, suave, sedosa que nos expresa Finca Mirador con un blend de Quimera que en el 2020 sin duda nos dio mucha elegancia mucha estructura y mucho potencial de huerta.

Gustavo, una cosecha cálida, siempre se habla de que es malo y encima del Este de Mendoza, una zona súper productiva, que precisamente no es reconocida por la calidad.
La expresión que nos da una cosecha cálida es un vino que genera complejidad, genera densidad pero a la vez conserva mucho la frescura y mucho la elegancia. En este caso en suelo arenoso que nos proporciona un perfil más negro, pero también muchísima jugosidad como malbec. Y si combinamos eso con toda la complejidad, el blend de quimera nos da un vino con mucha más extensión, con mucha más predisposición a ser añejado.
¿ Por qué se elaboraron tan pocas botellas?
La idea de hacer tan solo 3600 botellas surgió un poco para ver como el vino evoluciona, como se expresaba, para entender que selló una edición limitada. La expresión de Quimera con Finca Mirador debía ser única y expresada en pocas cantidades para que los consumidores de Achaval Ferrer, las personas que les guste disfrutar de un vino que va a ser irrepetible puedan alcanzarlo, probarlo, guardarlo y entender de que el vino trasciende los años y conserva mucho la idiosincrasia del que lo produce.