Estos movimientos también demuestran un deseo de renovación y adaptación en un sector en rápida evolución.
El lujo reinventa la rareza
En China, donde las ventas de artículos personales cayeron casi un 18% el año pasado, las marcas están optando por la inmersión: cafeterías, exposiciones, zonas VIP, más allá del comercio minorista tradicional. Estas inversiones indican el deseo de reforzar la exclusividad, impulsar la afluencia de clientes y consolidar el mito en una ubicación física potente. La experiencia se está convirtiendo en la nueva moneda de cambio para el lujo en un momento de estancamiento del mercado.
En Shanghái, Louis Vuitton acaba de presentar «The Louis», su buque insignia por excelencia, que adopta la forma de un auténtico transatlántico de 30 metros de altura y 114 metros de largo.
Construido como un navío majestuoso, este espectacular edificio alberga tres niveles de experiencia: exposición «Viajes Visionarios», boutique, cafetería gourmet… La inauguración en Nanjing Road pretende ser tanto una declaración arquitectónica como una herramienta de reconquista en un mercado chino en contracción.
Oriente Medio, un nuevo refugio para el lujo
A medida que los mercados tradicionales muestran signos de desaceleración, especialmente en China y Estados Unidos, Oriente Medio se perfila como un punto de apoyo estratégico. En 2024, las ventas de artículos de lujo en la región crecieron un 6%, alcanzando casi los 12.800 millones de dólares. Este impulso se debe tanto a una clientela local altamente consumista como al auge del turismo intrarregional.
Grandes grupos como LVMH y Richemont están multiplicando iniciativas en los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, incluyendo boutiques ultramodernas, colaboraciones culturales y diversificación hotelera. Bulgari Hotel, por ejemplo, inaugurará su próximo proyecto hotelero en Abu Dabi, reforzando así su presencia. Además, la guía Michelin incluirá ahora Arabia Saudita, lo que refleja el creciente interés por la escena gastronómica de la región.
Si bien las tensiones geopolíticas regionales siguen siendo una variable volátil, este crecimiento refleja un reequilibrio de las prioridades geográficas. En este complejo contexto regional, Francia mantiene un papel diplomático activo, buscando estabilizar una zona estratégica para el comercio y la inversión, lo que pone de relieve la importancia geopolítica de Oriente Medio para las empresas del sector del lujo. ¿Acaso las marcas de lujo apuestan ahora por esta región para amortiguar las caídas en otras regiones?
Un sector en movimiento
Esta semana también marca la continuación de los cambios en la dirección estratégica de varias empresas importantes del sector del lujo y el prestigio. Eric Valla, por ejemplo, asume las riendas de Lacoste, prometiendo una nueva era para la icónica marca francesa. Mientras tanto, la salida de Anna Wintour de Vogue USA marca un profundo cambio en el mundo de los influyentes medios de comunicación del lujo. El fichaje del exjefe de Ferrari por McLaren ilustra la dinámica de la movilidad y la competencia en el sector automovilístico de alta gama.
Por su parte, bajo el control de Auriel Investment (Hussain Sajwani), la casa italiana de Roberto Cavalli se pone a la venta o busca inversores mediante alianzas estratégicas: un reposicionamiento financiero necesario, combinado con la ambición de preservar intacto su extravagante ADN. Cavalli ilustra la urgencia de las marcas independientes por capitalizar para resistir.
Finalmente, el fondo de cobertura Parvus Asset Management ha aumentado su participación en el grupo de lujo Kering al 5%. Dado que este último acaba de anunciar la llegada de Luca de Meo, exdirector de Renault, al frente del grupo en septiembre, es probable que este aumento de poder impulse, si no una revolución, un cambio de estrategia.
Fuente: luxus-plus.com



