Desde 2007, esta impresionante bodega subterránea cuenta con el título Récord Guinness al almacenar en ese entonces 1,5 millones de botellas.
Con 200 kilómetros de galerías subterráneas, de los cuales 55 kilómetros se utilizan para la producción de vino, Milestii Mici permite que los visitantes exploren sus túneles a través de diferentes medios de transporte, como coches, trenes eléctricos o bicicletas. Cada año, unos 20.000 enoturistas recorren sus pasillos sombreados y nombrados en honor a varietales, como Cabernet, Aligote y Feteasca, en un recorrido que evoca la atmósfera de una ciudad vinícola en miniatura. Este sistema de túneles, excavado originalmente para extraer piedra caliza utilizada en la construcción de Chisináu, la capital de Moldavia, se transformó en bodega en 1969.


La Colección Dorada: Un Tesoro en la oscuridad
A 80 metros bajo tierra, la «Colección Dorada» de Milestii Mici alberga una increíble variedad de vinos moldavos, incluyendo Pinot, Traminer, Muscat, Riesling, Feteasca* y otros, elaborados según tradiciones vinícolas ancestrales. Además de la vasta colección de botellas, los visitantes pueden observar barricas de roble, algunos con vinos de 1986, cuidadosamente almacenados en estos espacios.
Según la propia bodega, los afortunados visitantes que exploran estos oscuros corredores entre hileras de barriles y botellas cubiertas de telarañas, selladas con cera y etiquetadas a mano, sienten que están viajando en el tiempo, como si visitaran un mundo de época.

Arquitectura y Encanto Medieval
La entrada a las galerías de Milestii Mici se asemeja a la de un castillo feudal, con una gran cascada de agua cristalina que añade magia a la experiencia. La bodega conserva la humedad y la temperatura ideales para el vino, con 85-95% de humedad y temperaturas entre 12-14°C, lo que contribuye a la calidad y conservación de sus tesoros vinícolas. Además, los grandes barriles de roble, traídos de Rusia y Ucrania en los años 70 y 80, almacenan de 600 a 2000 decalitros de vino cada uno, haciendo de cada rincón un testamento a la tradición vinícola.




Una experiencia única.
Milestii Mici también ofrece a los visitantes la oportunidad de degustar vinos exclusivos en sus elegantes salas de cata, perfectas para todas las estaciones: frescos en verano y acogedores en invierno con chimeneas encendidas. La visita, que requiere reserva previa, incluye un recorrido en coche junto a un guía, quien acompaña a los enoturistas mientras exploran la inmensidad de esta ciudad subterránea y la tienda-museo, donde es posible adquirir y degustar una selecta variedad.
En definitiva, Milestii Mici no solo es una bodega, sino una experiencia única para quienes buscan sumergirse en la historia y tradición vinícola de Moldavia, mientras exploran una auténtica historia liquida universal
* La Feteasca es una antigua variedad de uva rumana y moldava que estaba muy extendida antes de la filoxera.

